“La imaginación nos enseña que todo puede ser distinto”

La imaginación nos enseña que todo puede ser distinto
Cristina Rivera Garza propone salir de los lugares conocidos y enfrentar lo que venga, en especial a uno mismo
▲ La escritora Cristina Rivera Garza presentará Terrestre, su más reciente libro de relatos, el sábado a las 12 horas en el Péndulo Roma.Foto Cristina Rodríguez
Reyes Martínez Torrijos
Periódico La JornadaJueves 29 de mayo de 2025, p. 5
La escritora Cristina Rivera Garza (Matamoros, 1964) cree en lo esencial de la amistad frente a un mundo en que el odio priva, así como en retomar el impulso que nos otorgó la adolescencia, de un tiempo más amplio para preguntas básicas y el trabajo lindo pero duro de tener amigos
. Fue lo que tuvo en mente cuando escribió los relatos de su libro Terrestre.
Sobre su más reciente título, editado por Random House y que será presentado el sábado, la autora dijo a La Jornada que le interesaba la intersección entre la etapa de la vida en que somos inmortales; la amistad como gran complicidad que deja una marca indeleble y el recorrido, la relación muy orgánica entre el cuerpo y distintos territorios
.
En un entorno global donde existen muchos desplazamientos forzados, el territorio ha sido tomado por la violencia y es difícil viajar por placer, recordó que hubo momentos en que sí se podía hacer. Rivera Garza propugnó por poner en la discusión la práctica utópica de salir de los lugares conocidos y enfrentar lo que venga y, sobre todo, a uno mismo.
El cuerpo de las adolescentes, las mujeres jóvenes, fue uno los principales temas del volumen que le interesaron, donde siempre hay escenas de un peligro creciente, pero también de arrojo, a veces inconsciencia y, simplemente, de gozo de estar ahí y de participar de un espacio público que les ha sido negado históricamente. Contestar ese límite con la presencia de las mujeres en plazas, calles, carreteras y demás, y el placer de hacerlo es fundamental para el libro
.
Uno de los textos consigna que hay una ventana que se va haciendo cada vez más estrecha y, en respuesta, Cristina Rivera pidió reactivarla y expandirla para los muy jóvenes que no tuvieron el goce de andar en la carretera. A lo mejor la escritura nos ayuda, pues no lo vemos tan claramente, pero las posibilidades están ahí todavía
.
La ganadora de un Premio Pulitzer en 2024 por El invencible verano de Liliana, comentó que a diferencia del presente, cuando el capitalismo hegemónico se presenta incluso como si fuera la alternativa, el final del siglo XX fue uno de los momentos en que “la utopía, la resistencia y su lenguaje, y la experiencia de la rebeldía han estado mucho más presentes en México y en el mundo.
Revitalizar las alternativas
Creo que tendríamos que reactivar esa energía, este sentido de que hay otra posibilidad y no todo inicia y termina con el capital, es de una urgencia bárbara. No es que la escritura vuelva al pasado de forma nostálgica, sino que nos da la oportunidad de revitalizar las alternativas. No están muertas ni han sido destruidas, están en un estado de suspenso y necesitamos nuestra imaginación política y el gozo de la existencia para reactivarlas en formas distintas.
El uso intencional de diversos registros marca estas narraciones de Rivera Garza, quien refirió que la primera abre con las formas en que regresa la adolescencia, cuáles fantasmas la reactivan y las formas en que se transporta, en la tierra y en el lenguaje.
En cada uno de los relatos me di una libertad mucho más amplia en términos de la exploración formal, que tenía mucho que ver con la experiencia que quiero compartir con los lectores, el soltar amarras, la breve e intensa forma de alejarse de lo conocido, la valentía, el reaccionar pronto ante los retos que se presentan. Todo eso puesto en palabras da como resultado temperaturas y tonos muy distintos
, agregó la narradora.
Hay textos en los que la negativa es fundamental y otros mucho más dentro del registro de lo fantástico, algunos son más realistas, etcétera. Obedecen a la experiencia a la que estoy invitando a los lectores a participar
.
Pajarracas
tiene como protagonistas a dos garzas que cargan mochilas en la carretera, relato resuelto a partir de un poema de la coreana Kim Hyesoon, traducido por Don Mee Choi, donde un ave dice que no puede estar en un cuarto porque tiene alas muy grandes.
Rivera Garza reflexionó sobre ello: en la adolescencia tenemos estas enormes alas y después inventamos una serie de cuartos pequeños a los que les ponemos nombres como transgresión y se les criminaliza. La gente tiene que irse cortando las plumas y empequeñecerse. ¿Qué pasaría si continuáramos cultivando esa fuerza enorme de un par de alas que desbordan cualquier tipo de cuarto?
Otro de los relatos responde a su interés de escribir sobre largos periodos. En él explora tres siglos y ve hacia el futuro desde el pasado, “como una especie de antefuturo extraño. Tenía muchas ganas de ocupar ese territorio de la ficción especulativa, pero en lo que llamo ‘no ficción especulativa’, pues muchos de estos relatos fueron hechos como trabaja la no ficción, con documentos, entrevistas, investigación de campo, etcétera, y con la libertad estilística que presupone la frase ¿y qué pasaría sí...?”, refirió Rivera Garza.
Concluyó: La imaginación nos enseña que todo puede ser distinto. Quizá esa sea la lección política más importante y más liberadora que podamos tener: no se trata de seguir un principio u otro, sino de continuar imaginando otras posibilidades. Ese es uno de los regalos que me ha dejado la escritura en general y mi vida como lectora
.
Terrestre será presentado por Cristina Rivera Garza, Mónica Nepote y Ave Barrera el sábado a las 12 horas en El Péndulo Roma (Álvaro Obregón 86, colonia Roma, CDMX).
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